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La Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif) ha revelado en su último informe que el crédito en Chile atraviesa una fase contractiva más profunda y prolongada que en cualquier otro momento de las últimas tres décadas. La disminución de los préstamos bancarios en septiembre ha acentuado esta tendencia, situando a Chile en un nivel de contracción crediticia más marcado que el observado en otras economías. Esta situación refleja el bajo crecimiento económico del país, una inversión rezagada y las elevadas tasas de interés.

Caída en las colocaciones bancarias

Las colocaciones o créditos bancarios totales experimentaron una disminución del 2,8% en términos reales en septiembre, en comparación con el mismo mes del año pasado, ampliando la baja que ya venía observándose en los meses anteriores. El informe de Abif detalla que este descenso ha sido más evidente en el sector de créditos comerciales, que cayó un 6,1% interanual. En el segmento de créditos personales, los de consumo también mostraron una variación negativa, disminuyendo un 1,6% en doce meses, mientras que los créditos hipotecarios, aunque en crecimiento, apenas alcanzaron un leve aumento del 1,9%.

Un contexto internacional

A nivel global, el crecimiento del crédito se ha ralentizado en varios países, pero Chile se ha situado en la parte baja de esta tendencia. Según el análisis de Abif, el crédito bancario en Chile ha mostrado una caída más significativa en comparación con otras economías, tanto en la región latinoamericana como en economías avanzadas, destacando una contracción única en su tipo.

Balance general del crédito en Chile

Actualmente, el saldo total de créditos en Chile es de aproximadamente 258 mil millones de dólares. Este monto se distribuye principalmente en créditos comerciales (133 mil millones), créditos de vivienda (94 mil millones) y créditos de consumo (32 mil millones).

La fase de contracción del crédito en Chile plantea importantes desafíos para la economía y muestra la necesidad de medidas que puedan dinamizar el mercado crediticio, generando así un entorno más favorable para el crecimiento económico del país.