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Sin duda son varias las situaciones que preocupan a los emprendedores y las pymes.

Así lo demuestra un estudio de Fintech Maxxa que reveló que el 40% de los encuestados cree que los bancos no ayudan realmente a las pymes, o que un 47% afirma que el miedo más grande que tienen los empresarios o pymes es que la principal barrera de crecimiento es el acceso a la capacidad de financiamiento en sus proyectos.

Según, Juan Pablo González, CEO de Maxxa “las pymes y empresarios necesitan rapidez, fluidez y tratos claros, que la banca tradicional no les entrega. Por esto, Maxxa surge con el objetivo de destrabar las barreras de entrada y los tiempos de respuesta de la banca”.

El estudio realizado por la fintech revela que el 40% de los participantes de la encuesta, piensa que a los bancos no les interesa prestarles apoyo. Desde Maxxa comentaron que este resultado es un fiel reflejo de que la prioridad de la banca nunca han sido las pymes.

“Históricamente, ha existido falta de acceso, rapidez y desconocimiento por parte de estas entidades financieras. Por esto a los emprendedores NO les gusta la banca, y la ven como un elefante blanco que se demora semanas en darles respuestas. La pyme vive su día a día en sus flujos de caja, no en balances que ni los mismos empresarios entienden y que hoy lo hacen como requisito del SII para cumplir con sus obligaciones tributarias, más que algo que los ayude en su gestión financiera”, explicó Juan Pablo.

Otros datos relevantes que presentó este estudio indicaron que un 40% de los encuestados no ha solicitado créditos, mientras que un 70% no lo hizo por barreras de entrada. Por otro lado, solo un 10% de los consultados buscan financiamiento sobre $50 millones.

Los beneficios del factoring

Frente a este escenario cabe recordar en uno de los principales beneficios que tiene el factoring es que la inyección de liquidez permite a las empresas cumplir con sus obligaciones de corto y mediano plazo; como pagar a sus trabajadores, proveedores, gastos fijos o impuestos, financiamientos, entre otros.

Cuando una empresa no puede cumplir con estas obligaciones financieras, puede incluso llegar al sobreendeudamiento o incluso al quiebre del negocio.

Para evitar esto, es recomendable utilizar el factoring, que permite a una empresa recibir el pago de sus facturas en menos de 48 horas, desde la confirmación del deudor, y así evitar esperar hasta 120 días o más.