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En medio de la crisis de las isapres, el gobierno se abrió no solo a discutir en
marzo el proyecto que fortalece Fonasa, sino también a generar durante febrero
una mesa de trabajo con asesores de los diputados y senadores para poder
acordar una iniciativa a ser presentada durante la primera semana del próximo
mes en el Parlamento, donde se planteen medidas para que no quiebre del
sistema privado.

El Ejecutivo tiene bastantes avances en la iniciativa que busca reforzar a Fonasa,
y que le permitiría recibir bajo una nueva alternativa, entre otras, a usuarios que
migren de las isapres. En concreto, el proyecto habla sobre la “nueva
modalidad de cobertura adicional y modernización de Fonasa”.

Actualmente, Fonasa se divide en dos modalidades: La Modalidad de Atención
Institucional (MAI), donde obligatoriamente se atiende el tramo A, el cual
contempla a las personas carentes de recursos; tiene copago cero, y se puede
acudir a centros de salud, consultorios, postas y hospitales públicos. Esta
modalidad es financiada íntegramente con recursos fiscales.

Las personas que pertenecen a los tramos B, C y D, aportan su 7% del salario
y pueden optar por atenderse mediante la anterior modalidad, o comprar
bonos para atenderse en la Modalidad Libre Elección (MLE) en prestadores
en convenio con Fonasa. En este caso, el valor del bono depende del médico o
centro médico donde se atienda cada persona. Esta modalidad se financia con
un subsidio del Estado.

La nueva propuesta busca crear una tercera modalidad, que es la llamada
“nueva modalidad de cobertura adicional”. La idea es incorporar una cobertura
financiera para determinados prestadores privados. Y se buscará que no
requiera de un subsidio estatal, sino que más bien se financiaría íntegramente
con la cotización de cada persona.

El objetivo es que aquellas personas que quieran acceder a esta modalidad,
deben recurrir a Fonasa con su 7%, y el Fondo Nacional de Salud les entregará
un plan al que se ajusta su prima, incorporando una red de prestadores y un
nivel de cobertura, tal como ocurre hoy cuando una persona accede a un plan
de isapre, pero en este caso es Fonasa el que ofrece un plan estandarizado.

Si el afiliado quiere acceder a prestadores distintos o a una mayor cobertura,
tiene la libertad para hacerlo, pero deberá aportar una cotización adicional.

En ese caso, con esa cotización adicional Fonasa hará una licitación donde las
compañías de seguros de vida podrán participar y quedarse con un paquete de
afiliados.

Para ello, Fonasa entregará distintos paquetes a ser licitados dependiendo del
aporte adicional del afiliado, por lo que allí se podrán incorporar personas con
preexistencias inclusive. La idea es que la prima que pague cada afiliado sea
plana, y que tenga una cobertura financiera determinada.

La idea es que del total de la cuenta que tenga un afiliado, Fonasa pague el
equivalente a la cobertura por el 7% de cotización, y la aseguradora desembolse
lo que corresponda según el aporte adicional de cada persona. Después de eso
viene el gasto de bolsillo del afiliado, tal como ocurre actualmente en las isapres.
Y si bien hoy hay personas que podrían aportar su 7% a Fonasa y al mismo
tiempo contratar un seguro complementario, la gran diferencia con esta
propuesta, es que Fonasa tendría un mejor poder negociador para conseguir
seguros para aquellos afiliados que hoy no pueden acceder al no ser aceptados
por los seguros, ya sea por tener preexistencias o ser de edad más avanzada,
por ejemplo, o que les sale muy caro, entre otros.